SOBRE MEDICINA, MéDICOS Y PACIENTES
Volumen I
Nota Preliminar

La primera vez que leí estas reglas del Dr. Clifton K. Meador sobre la práctica médica, encontré con agradable sorpresa que muchas cosas que yo había pensado u observado en algún momento estaban allí descritas. Estas normas encierran realidades, algunas de las cuales he podido constatar no sólo durante mi experiencia en la práctica médica, sino también como paciente.

Algunos años después volví a leerlas y fue para mí más claro lo sencillo que sería lograr cambios importantes en el servicio al paciente si muchas de estas normas fueran conocidas y practicadas. Pienso que si se siguieran con mayor frecuencia, se lograría mejorar en mucho la atención médica en todo sentido: mejor trato al paciente, mejores diagnósticos, mejores tratamientos y menos probabilidades de cometer errores.

Considero que debería ser una obligación primordial el que las nociones generales sobre la buena práctica médica y por ende sobre la ética médica, sean explícitamente enseñadas y exigidas tanto en las escuelas de medicina, como durante el ejercicio público o privado. De esta forma, se evitaría el dejar la atención del paciente al único arbitrio de los que tienen el privilegio de asistir pacientes. Así, surge la idea de traducir estas "reglas" en un intento por sembrar la inquietud sobre los simples pero no menos importantes fundamentos que determinan el éxito de la práctica y que no se enseñan formalmente dentro de los pensa regulares.

Al hacer la versión en español de este compendio de reglas, traducido también al japonés, italiano, polaco e indonesio, he tratado en lo posible de respetar el espíritu y la intención del original en inglés. Y en los pocos casos en que no compartí el sentido de alguna norma, intenté adaptarla a nuestro entorno cultural de modo que fuera comprensible para nosotros. Tengo confianza pues en que los lectores disfrutarán con estas enseñanzas, pero sobre todo en que les serán de utilidad al aplicarlas oportunamente en beneficio de los pacientes.

Agradezco al Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico de la Universidad de Los Andes por hacer posible esta edición y así contribuir a la difusión de estas ideas sobre la buena práctica de la medicina.

Ximena Páez

Prefacio

Había pensado con frecuencia que debería haber un conjunto de reglas para la práctica médica. Esperé encontrar tal colección en la escuela de medicina, en la residencia y después en mi carrera. Creía que eso me ayudaría a desarrollar mis habilidades como médico. Sin embargo, nunca encontré una regla que llenara mis expectativas y mis necesidades. Leí por supuesto, los aforismos de Hipócrates, Osler y otros. Pero todos ellos eran ya anticuados desde el punto de vista práctico.

A través de los años oí o leí ideas concisas y útiles acerca de la práctica de la medicina. Hice notas mentales probando esas nociones clínicas en mi enseñanza y práctica.

Este libro es, pues, el resultado de mi esfuerzo para recopilar en un orden que no es otro que el dado por la secuencia en la que recordé y registré estas reglas, observaciones y consejos útiles, los cuales espero sean de provecho, especialmente para aquellos que estén comenzando el estudio de la medicina.

Hay tres pruebas que he intentado aplicar a cada una de las reglas:
Primera, una regla es buena si tiene un sentido intuitivo y tiene un halo de verdad.
Segunda, una regla es válida cuando su aplicación es útil o su violación es dañina.
Tercera, una regla es sólida si se establece de tal manera que permita ser afirmada o refutada por observaciones directas y sistemáticas de otras reglas. Esta última consideración llena el esencial e importante potencial para ser considerada una regla científica.

Seleccioné también reglas que exponen el lado humorístico de la práctica médica, aunque esto no fue un requisito. Es casi una norma que los médicos nos tomemos muy en serio, tanto que algunas veces olvidamos que también somos humanos. A mí me ha parecido que el ejercicio de la medicina es una actividad muy entretenida y quise imprimir esta sensación en las reglas. Espero con esto no haber ofendido a muchos.

Mi fascinación ha sido siempre más con la naturaleza de la práctica de la medicina que con la práctica misma. Me he preguntado con frecuencia qué es lo que constituye la verdadera sustancia del ejercicio médico. ¿Cuáles son sus elementos esenciales? ¿Qué es lo que hacemos qué sea útil? ¿Qué es lo que hacemos qué sea nocivo? ¿Hay alguna forma de codificar y describir estos elementos necesarios? ¿Podemos romper esas reglas no escritas y no habladas por las cuales actuamos y las cuales determinan nuestra conducta y nos hacen médicos? ¿Podemos comenzar a explorar el confuso arte de la práctica médica de manera sistemática? ¿Podemos crear una ciencia del arte de la práctica de la medicina?

Para terminar, tengo dos comentarios. Primero, que la presentación casi al azar de las reglas pudo haber causado incomodidad en algunos de mis colegas. Sin embargo, yo la encuentro agradable porque lleva a la naturaleza impredecible y a veces caótica de la interacción entre un médico y un paciente, especialmente en su primer encuentro a nivel del cuidado primario. Pienso además que esta presentación no organizada atraerá más el interés del lector que si ella estuviera en un orden estructurado. Y por último, que con este esfuerzo inicial aspiro a que los lectores compartan conmigo también sus propias reglas, por las que ellos disfrutan de la práctica de la medicina; y que por tanto no duden en enviar sus normas o comentarios acerca de cualquiera de las contenidas en este libro para incluirlas en la próxima edición. Al final del libro encontrarán un formato tentativo con este fin.

Clifton K. Meador, M.D.

Este volumen forma parte de la colección: Reglas de la Buena Práctica Médica

Una Colección de Historias acerca de la Escuela de Medicina, escritas por el Dr. Clifton K. Meador, puede ser encontrada en: http://www.medschoolbook.com

Versión en español de la obra original en inglés "A Little Book of Doctors' Rules" de Clifton K. Meador M.D., publicada por Hanley & Belfus Inc. Philadelphia, 1992.