|
Foro |
LA EDUCACIÓN MATEMÁTICA, ENTRE LA INTEGRACIÓN ACADÉMICA
DEL SISTEMA EDUCATIVO Y LA EXCLUSIÓN SOCIAL
Universidad de Los Andes. Escuela de Educación.
Mérida – Edo. Mérida. Venezuela
E-mail: rivaspj@ula.ve
Contenido
-
Perfil de una Docencia Matemática
-
II. Creencias, prejuicios, mitos y tabúes que la fundamentan
-
III. Una Educación Matemática que excluye y segrega
El foro “La Educación Matemática
entre la integración académica del sistema educativo y la exclusión social
de este Primer Encuentro Nacional Venezolano de Educación Matemática” da cabida
a esta disertación ubicada en el contexto de la formación docente universitaria
de la Escuela de Educación de la ULA, Núcleo Mérida, de algunas reflexiones
etnográficas provenientes de los fracasos matemáticos observados en los estudiantes;
de nuestro autoanálisis como objeto-sujeto de estudio, así como de la identificación
de algunos de los prejuicios, mitos y tabúes que sobre la Matemática y su
didaxia se han tejido, buena parte de ellos, de no muy grata recordación en
niños de edad escolar, en pubertos y adolescentes que asisten a liceos y colegios
privados, y sobre todo, en esa inmensa cantidad de adultos que van a la universidad
a purgar sus pecados académicos por su desinformación Matemática, por su imprecisión
en el pensamiento lógico-matemático, en la carencia de significados y significantes
matemáticos y sobre todo por que ella en su vida real no tiene presencia,
simplemente porque no existe.
Esta reflexión nos lleva a la triste
paradoja de recordar que la escuela de ayer, sin profesores titulados, y hoy,
con enormes contingentes de profesionales graduados en docencia especializada
o en docencia integral, sigue igual y la Matemática escolar y su suplicio
se mantienen intactos porque se continúa enseñando igual y se aprende de la
misma manera, pero ahora con el agravante de que tenemos un analfabetismo matemático progresivo en
el estudiante, es decir en el ciudadano. Este cuadro de deterioro académico
se explica porque acá convergen diversas situaciones anómales en las
que destacan factores de múltiples procedencia y naturaleza variada de los
que solo enfatizaremos en esta exposición algunos de carácter pedagógico.
No obstante señalar el peligro que pudiera presentarse de ver el problema
solo por el orificio de la mirada pedagógica.
PERFIL DE UNA DOCENCIA MATEMÁTICA
Del imaginario colectivo del estudiante
de ayer como del de hoy, así como, de lecturas de la literatura especializada
y de nuestra propia investigación se puede extraer con gran facilidad indicadores
que definen el perfil de la docencia Matemática, que hace vida en escuelas
básicas, liceos y universidades, que destacaremos en esta disertación para
su análisis y discusión. Así, encontramos, entre otros rasgos, la predominancia
de:
Como corolario a esta primera parte
de mi intervención en este Foro, sostengo la convicción de que si en la Ley
Orgánica de Educación y en la Ley del Sufragio y Participación Ciudadana existiera
en sus preceptos el mandato revocatorio de la actuación profesional del docente,
con seguridad que nuestros niños aprenderían tempranamente a sentir el valor
democrático y su derecho a tomar decisiones, por lo que los niños habrían
revocado a buena parte de sus maestros de escuela, también en los liceos habría ocurrido lo mismo
con buena parte de sus profesores y, seguramente con más vehemencia, y en
la universidad, se habría revocado la licencia para ejercer la docencia a
un considerable contingente de profesores que ingresaron por concurso de oposición.
CREENCIAS, PREJUICIOS,
MITOS Y TABÚES QUE LA FUNDAMENTAN
El fracaso escolar reclama a la
práctica docente, en general, la ausencia de una didáctica integral e interdisciplinaria
que posibilite en el estudiante querencias y afectos intelectuales y valorativos
hacia la Matemática y las ciencias, que posea valores espirituales que la
humanicen, porque la hoy llamada educación Matemática en la subcultura escolar
se observa irreverente, irrespetuosa e inaccesible a los educandos.
La educación Matemática así concebida
se edifica sobre sus propios prejuicios, mitos y tabúes, entre los que podemos
mencionar un pequeño pero representativo mostrario de estas creencias que
se siguen reproduciendo en la escuela, incluso por los egresados universitarios,
lo cual evidencia la flaqueza de una formación docente a la que habría que
revisar seriamente sus fundamentos filosóficos, psicológicos, sociológicos
y sobre todo su piso conceptual y disciplinar. De estos prejuicios, mitos
y tabúes solo mencionare cinco de ellos.
1.
La Matemática es una
disciplina altamente compleja, difícil de aprender y complicada para aprenderla
a enseñar. De allí el mito de aquellos cultores que la ubican en el ranking
de lo inaccesible, justamente donde solo pueden ocultar sus frustraciones,
aberraciones y complejos de inferioridad.
2.
La Matemática solo es
posible enseñarla desde la Matemática, es decir, desde adentro en una suerte
de endogamia pedagógica donde ella es contexto y texto, significado y significante.
3.
La Matemática solo se
enseña de manera axiomática y demostrativa, por lo que no admite discusión
en la consecución de sus resultados ni en sus procesos.
4.
El analfabetismo funcional
matemático de los alumnos es responsabilidad de los currículos y sus programas
que nunca están actualizados o de los métodos pedagógicos propuestos por el
Ministerio de Educación que son caducos y desactualizados;
5.
La Matemática es una
disciplina científica cuyo culto académico debe ser reverenciado, es penalmente
por aquellos alumnos que al poder atravesar las dificultades y obstáculos
epistemológicos propios de la rigurosidad de esta ciencia, deben recibir la
bendición iniciática de un docente sacerdotal que continuara su tarea de imposibilitar
que el vulgo escolar se apropie de la Matemática y pueda democratizar su aprendizaje.
En este mismo orden se ha creado
una perversa subcultura sobre la Matemática y su enseñanza, cuya responsabilidad
ha estado anidada en muchos profesores de gran erudición en la ciencia de la Matemática, poseedores de una profunda
ignorancia acerca de cómo enseñarla, poseedores de una gran desprecio e irrespeto por el aprendizaje de
sus discípulos y finalmente, llenos de una soberbia y prepotencia que en algunos
casos se confunden con las patologías del sadismo y su contemplación masoquista.
Estos extremos de “mala praxis
pedagógica” generan enfermedades paidogénicas (Valbuena, p.11) cuyos efectos
pedagógicos devienen en fobias prematuras del escolar hacia la Matemática
cuyo antídoto no se encontrará en la pedagogía ni en la psicología. Acá comienza
el largo recorrido de la segregación, y el camino hacia la deserción escolar.
En síntesis, la tragedia pedagógica
de la Matemática está marcada por el sello indeleble de una tradición escolar
llena de frustraciones y sinsabores, también de logros y éxitos que se inician
en los albores de la formación de los niños de la escuela primaria o básica,
se refuerza en el autoritarismo castrante de la Educación Media Diversificada
y, finalmente se profundiza con más fuerza por el exclusionismo profesionalizante
de la Educación Superior.
UNA EDUCACIÓN
MATEMÁTICA QUE EXCLUYE Y SEGREGA
Una formación docente edificada
sobre estas consideraciones y constructos estará condenada a fracasar y será
un factor letal que contribuirá a estimular y desarrollar, desde las aulas
escolares, las primeras manifestaciones de deserción y reinserción escolar
fallida, porque después de los aprendizajes sin sentido, se pierde el valor
de la escuela y vendrá la deserción temprana. Luego, se transformará en exclusión
social porque obligará al niño-puberto-adolescente a abandonar la escuela
sin haber recibido una formación cultural básica de ciudadano para iniciarse
en el desempeño de un trabajo que no aprendió consecuencia de ello, el joven
irá a alimentar el ejército de desocupados que no tienen oficio definido.
Para aquellos educandos que logran
continuar su prosecución escolar se generará una particular forma de exclusión educativa sin deserción. En
plena escolaridad los obligara a reorientar paulatinamente y de manera discriminada
sus vocaciones hacia otros senderos del conocimiento y de prácticas sociales,
aparentemente desprovistos de razonamientos matemáticos y formas de pensamiento
hipotético-deductivos, propias de las ciencias fácticas o experimentales como
la química, física y biología. Los estudios humanísticos del viejo bachillerato
de la Educación Media, son testigos silentes de ese rosario de llantos y lamentos
por las frustraciones solidificadas en el desarrollo de su escolaridad en
la que un tipo de enseñanza Matemática como la indicada en este texto tuvo
una particular responsabilidad
Una gran conclusión de estas reflexiones
conduce a afirmar que la práctica pedagógica de la Matemática así concebida
se convierte en un factor de exclusión escolar prematura y de segregación
educativa, responsable en primera instancia, junto a otros factores exógenos
a la escuela, de reproducir los circuitos de deficiencias y carencias culturales
de ciudadanos pertenecientes a la subcultura del analfabetismo funcional,
propulsor de marginación del sistema educativo de los sectores económicamente
menos privilegiados y, por ende, gran exclusor social de niños, adolescentes
y adultos.
En la Educación Básica es menester
romper el falso protagonismo de algunos docentes que creen que la Matemática
es el objetivo primario del currículo, la meta deseada, el fin último de la
formación matemática. La Matemática en sí misma, como objeto de sí, por sí,
no sirve a los infantes escolares para nada. Ella, en la práctica, se reduce
a un amasijo de números, operaciones
aritméticas que apenas sirven para hacer cuentas de pulpería y nada más, figuras
geométrica que el maestro creé que existen en la realidad ó el caso más evidente
donde las formas y figuras no saben diferenciarse en el aula.
En síntesis si la formación Matemática
del niño en su génesis escolar no se vincula a su realidad topológica, a su
realidad objetual, a sus modos de representación estará condenada a fracasar
tempranamente por falta de sentido epistemológico, psicológico y socio-cultural,
es decir, por no poseer piso y plataforma pedagógica donde montar las experiencias
educativas.
El currículo de la Educación Básica no pretende que sus áreas de las Ciencias Sociales, Lengua, Ciencias Naturales y Educación Física, sirvan para formar pequeños niños geógrafos, literatos, biólogos, atletas, tampoco se espera que del Área Matemática se formen pequeños matemáticos. Lo que se pretende es ofrecer ambientes educacionales cargados de grandes significados mediáticos y reales, posibilitar el desarrollo de experiencias de aprendizaje capaces de ayudarle a construir los conocimientos básicos de los saberes de la herencia universal, y ofrecer los escenarios adecuados para aprender con responsabilidad y sentido de trascendencia los valores y los fundamentos de la cultura y la ciudadanía, allí es donde la Matemática es sus saberes primarios tiene su hábitat natura, fuera de allí no, la escuela nada tiene que buscar.
La Matemática es un área que en
los albores del desarrollo del pensamiento y la formación integral sirve para
ayudar al niño y al adolescente a comprender con lógica y sentido el mundo
real, no para que memorice pedazos de Matemática sin el valor de los saberes.
¿Por qué los profesores nos empeñamos en no verlo así?
RIVAS,
Pedro J. (1996). La enseñanza de la
Matemática en la Educación Básica: Aspectos teóricos y prácticos. Mérida:
Universidad de Los Andes. Consejo de Publicaciones-CEP-CDCHT.
_______________.
La Educación Matemática factor de exclusión
social y segregación escolar. (2004). Mérida. (Material inédito).
VALBAUENA,
Reina. (1995, Junio). Marilyn Ferguson:
El paradigma Holístico en Educación. En Omnia, Revista Interdisciplinaria
de la División del Estudios para Graduados de la Facultad de Humanidades y
Educación. La Universidad del Zulia. Maracaibo.
Universidad
de Los Andes. (2004). Seminario
Venezolano de Educación Matemática en Educación
Preescolar y Básica. Primer Encuentro Nacional. Mérida Documento referencial.
Equisangulo |
| Inicio
|
|