Ensayos




LA SEMIOSIS Y LA NOESIS EN EL APRENDIZAJE DE LAS MATEMÁTICAS

 

Pablo Peña

Universidad de Los Andes. Núcleo Universitario “Rafael Rangel”

Trujillo – Edo. Trujillo. Venezuela

 

 

Contenido

-         Resumen

-         La aprehensión conceptual y la representación semiótica de los objetos matemáticos

-         Condiciones del aprendizaje cuando se toma en cuenta la Semiosis

-         En un envase caben 9 litros de agua ¿Cuántos envases se necesitan para 328 litros de agua?

-         Bibliografía

 

Resumen

            Esta ponencia intenta destacar la importancia de la aprehensión conceptual de los objetos matemáticos al igual que sus representaciones semióticas. En ella se analiza un ejemplo de un problema matemático propuesto a un alumno de cuarto grado de Educación Básica.

 

 

La aprehensión conceptual y la representación semiótica de los objetos matemáticos

El pensamiento matemático para que pueda ser productivo exige de un equilibrio entre la posibilidad de aprehensión y producción de las representaciones semióticas de los objetos matemáticos y la aprehensión conceptual de los mismos. Ambas se exigen mutuamente, de tal manera que para aprehender conceptualmente un objeto matemático se requiere del desarrollo progresivo de las habilidades de aprehensión y producción de representaciones semióticas en el ámbito matemático y viceversa.

Las representaciones semióticas son producciones constituidas por el empleo de signos que pertenecen a un sistema de representación, el cual tiene sus propios límites de significancia y de funcionamiento, por ejemplo, el objeto matemático llamado fracción puede ser solo expresado con la representación fraccionaria x/y y no otra.

Podemos afirmar que la producción de representaciones semióticas de los objetos matemáticos exige necesariamente de la aprehensión de las representaciones semióticas, esto es semejante al uso del lenguaje verbal, en el cual es indispensable que el usuario tenga la habilidad de decodificar y codificar enunciados, producirlos y, en consecuencia, adquirir y producir conocimiento sobre los referentes de ese lenguaje.

El niño, en la práctica escolar basada en el principio según el cual el docente enseña, sólo ve u oye representaciones que no puede convertir en significado, por tanto, no puede comprender conceptualmente los objetos de ese lenguaje. Si no puede leer esas representaciones, decodificarlas, entonces está imposibilitado para codificar significados y en consecuencia el acceso y producción de conocimiento se le imposibilitan.

A la aprehensión o a la producción de una representación semiótica la asumimos aquí como Semiosis, y a la aprehensión conceptual de un objeto la denominaremos Noesis, tal como la entiende Duval (s.f.).

Entre Semiosis y Noesis existe una estrecha relación en el proceso cognitivo, la cual debe ser conocida y aplicada en los actos de enseñanza y aprendizaje de la matemática.

Un sistema semiótico puede considerarse como un registro de representación cuando permite la formación de una representación identificable como una representación de un registro dado: una frase, un dibujo de una figura geométrica, escritura de una fórmula.

En segundo lugar, debe permitir el tratamiento de una representación, esto es, la transformación de esta representación en el mismo registro donde ha sido formada. Se trata de una transformación interna a un registro, la paráfrasis en la lengua natural, el cálculo en las escrituras simbólicas (cálculo numérico, algebraico, proposicional).Cada tratamiento exige el reconocimiento y aplicación de las reglas inherentes a cada registro.

Finalmente, debe permitir la conversión de una representación que consiste en la transformación de ésta en una representación en otro registro conservando la totalidad o una parte del contenido de la representación inicial. La conversión es una actividad cognitiva de mayor complejidad que el tratamiento de una representación y es diferente e independiente de ésta. La conversión se presenta en el caso del concepto de fracción, el cual puede ser representado con un número fraccionario, con un número decimal…

La Noesis como aprehensión conceptual del objeto matemático exige la escogencia adecuada del registro de representación para que ésta permita la comprensión del contenido conceptual del objeto representado.

La comprensión integradora de un contenido conceptual reposa en la coordinación de al menos dos registros de representación y ésta se manifiesta en la rapidez y la espontaneidad de la actividad cognitiva de conversión.

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Condiciones del aprendizaje cuando se toma en cuenta la Semiosis

Si la conceptualización implica una coordinación de registros de representación (cuestión fundamental en el aprendizaje de la matemática básica), no es seguro que proponer ejercicios de transformación en un mismo registro facilite los procesos de conversión que requiere de distintos registros.

El maestro debe promover tareas específicas que permitan al niño reconocer la posibilidad de la conversión, a partir del conocimiento de un número variable de representaciones en diversos registros. En todo caso, la conversión debe manejar varios registros.

En la siguiente situación pedagógica intentaremos indagar si en ella se puede reconocer la presencia de la Semiosis y la Noesis.

La experiencia pedagógica fue tomada de un cuaderno escolar, el cual aquí lo asumimos como evidencia, como cuerpo a ser analizado. De él tomamos un problema matemático planteado a alumnos del 4to. Grado:

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En un envase caben 9 litros de agua ¿Cuántos envases se necesitan para 328 litros de agua?

Interpretación: el primer aspecto que resalta es que el enunciado del problema genera una dificultad evidente en la aprehensión de la representación semiótica por cuanto la producción de la representación semiótica es deficiente debido a que al ingresar al lenguaje natural surge la posibilidad de aparecer la ambigüedad que en el lenguaje matemático no tiene cabida. Veamos, la interrogante verbal “¿Cuántos envases...?” adolece de una imprecisión en cuanto a la capacidad que tiene o deben tener los envases que se requieren. De allí que el estudiante pudiera suponer cualquier envase con cualquier capacidad y expresarlo en el lenguaje verbal. Por ejemplo, podría decir que él tomó como referencia un envase con una capacidad de 328 litros y que en consecuencia necesitará sólo un envase, o, pudiera decir que tomó como referencia envases de un litro de capacidad y que en consecuencia necesitará 328 envases. Queda demostrado que la deficiencia en la producción de las representaciones semióticas produce en consecuencia una deficiencia en la aprehensión conceptual y es lo que ocurre en el planteamiento de este problema. En el momento en que la producción de una representación semiótica es deficiente así lo será la aprehensión conceptual

El ejemplo que hemos presentado muestra la necesidad de un discurso lingüístico coherente con el discurso matemático. El discurso matemático requiere de precisiones y ausencia de ambigüedades. Cuando la ambigüedad emerge en el planteamiento del problema, la resolución del mismo puede conducir a una decodificación y representación distorsionada del mismo.

 

Bibliografía

Duval, R. (s.f.). Registros de representación semiótica y funcionamiento cognitivo del pensamiento. Material mimeografiado.




Equisangulo
Revista Iberoamericana de Educación Matemática
Facultad de Humanidades y Educación
Universidad de Los Andes
Mérida-Venezuela

http://www.actualizaciondocente.ula.ve/equisangulo/

equisangulo@ula.ve



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